“Ésta es tu última oportunidad. Después de este momento no hay vuelta atrás. Si tomas la pastilla azul, fin de la historia; despertarás en tu cama y creerás lo que quieras creer.
Si tomas la pastilla roja, te quedarás en el país de las maravillas y yo te enseñaré hasta donde llega la madriguera de conejos……….”
Matrix, 1999
Pastilla Roja,
Pastilla azul ;
Hay que elegir. No puedes
quedarte con las dos.
En el arco-iris del branding, como en las pastillas de matrix, la caja de plastilina o los CaranD´ache, en los extremos del espectro de luz visible encontramos siempre el rojo y el azul.
Toca elegir: Calor o frio, Marte o Urano, infierno o cielo, fuego o hielo… arquetipos Irreconciliables. Un Yin Yang de opuestos que se repelen y al mismo tiempo se complementan en un contraste kármico. Los Homo sapiens percibimos la realidad por contraste, no hay sombra sin luz, desgracia sin alegría. ¿Cómo explicarías el azul –o el rojo- a un invidente?
Una cuestión neuto-técnica de longitud de onda explica por qué el rojo, hot, activa la pituitaria e incrementa el ritmo cardíaco provocando una respuesta más pasional en los consumidores y por eso lo asociamos con energía, vigor, peligro y temperamento, mientras que el Azul, cool, de cielo y mar, nos relaja en clave de tranquilidad, serenidad, confianza, complicidad y dialogo; Nos inspira todo lo que aquel nos excitaba. Primera clase de cromoterapia superada. Las marcas han sacado matrícula de honor en la materia.
En la arena del branding, también hay que elegir… y a menudo entre productos indiferenciados. No va de Producto, Precio Plaza y Promoción. Va de colores que comunican emociones: Telefónica o Vodafone en comunicaciones ; BBVA o Santander y Citibank o HSBC – internacionalmente-, cuando hablamos del color del dinero; Coca Cola, la marca que vistió de Rojo a Santa Claus o Pepsi ; ¿Seguro que es MAPFRE o es Mutua madrileña?
Curioso el humeante caso del tabaco en el que Marlboro, LM, Fortuna, Lucky, marcas 100% rojas se han tirado al azul …. Cuando se les prohibió usar el adjetivo Light, buscando en una combinación de estética y retórica ese espacio de complicidad y emoción intima con sus adictos clientes.
Vámonos de copas:¿Gin&Tonic? ¿Bombay Zaphire o Beefeater? Vodka ¿Smirnoff o Absolut? . Shaken not stirred. La Cuatro o Telecinco…luchando por el share ; ¿CAMPSA o CEPSA? –me ha igual , lleno por favor, de 95-
¿Seguimos? Foster vs Budweiser , en cervezas, Carrefour vs. Alcampo, en distribución, IESE e Instituto de empresa en los MBA´ s…
Y más allá de las marcas comerciales, la tensión cromática se dispara: La rosa Roja socialista y la PPopular gaviota azul , unos a la izquierda y otros a la derecha, demócratas y republicanos, si vamos a los USA. El proverbial derby entre El Athletic de Bilbao y La Real Sociedad donostiarra, se internacionaliza cuando los Chicago Bulls se enfrenta a los Lakers en la NBA, o Fernando Alonso cambia camaleónicamente de escudería, del Renault F1 al Ferrari.
Google, ltiene todos los colores del Parchis. Y no tiene competencia.
¿Rivalidad? , Desarmado el ejercito rojo… me como la Azul y cuento 20. y tiro porque me toca. El azul y el rojo solo conviven físicamente en el disfraz de superhéroes de comic (¿será esa la raíz de sus superpoderes?) y la blaugrana camiseta del Barça, y, metafóricamente en la real sangre azul de principes de cuento- (y en los anuncios de Evax y Tampax, en los que la prueba de absorción siempre se realiza con un inverosímil y cristalino fluido azul)
Dicen
los que saben que el azul se va a poner muy de moda –y no solo por las
energizantes pastillas azules que anuncia Pelé -: Los estrategas del
posicionamiento recomiendan innovar navegando por Océanos
Azules alejándose de los concurridos
Océanos rojos, infestados de competidores;
La última película del alienado y titánico James Cameron Avatar nos
va a pigmentar de añil el futuro de la especie. El ya obsoleto ”Ten trends for 2008″ profetizaba que el color de
los pitufos reemplazaría al verde -que te quiero verde- como enseña de movimientos ecológicos. “Desde el punto de vista ambiental,
el azul está relacionado más con las energías eólicas e hidráulicas, menos cuestionadas que las orgánicas
asociadas a la tierra”.
Personalmente
me seduce la idea de calentarme junto a marcas infrarrojas y/o envolverme en luminiscentes
ultravioletas, pero hasta que no desarrollemos vista de himenóptero seguirán
siendo Invisibles. En este mundo híbrido, tibio, políticamente correcto, de
alianzas civilizadas, las marcas - al
menos las que no sean canibalizadas por las marcas blancas- son cada día más
verdes, obviando bipolaridades y el
conflictos entre extremófilos. Creo que
el próximo día escribiré de marcas naranjas. Tus otras marcas. Y cada día las
de más gente.
(Artículo publicado en el num. 3 de la revista Yorokobu, enero 2010)